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El tiempo sigue pasando y ha ido dejando huella. Poco se conserva de época islámica aunque sabemos con certeza que la construcción original de la torre del homenaje del Castillo de Monzón corresponde a esa época, al igual que el Castillo de Carboneras en Binaced y del que se surgió una hermosa leyenda, que se ha transmitido de generación en generación a los habitantes de estas tierras, que nos lleva hasta la Fuente de la Mora en Alfántega.

Así mismo, gracias a las actuaciones de arqueológicas realizadas en la localidad de Monzón se han ido documentando restos de muralla y baños públicos del barrio islámico.

La Edad Media nos dejará lugares como la Torre de los Espés, situada en la plaza Mayor de Albalate de Cinca, donde se han conservado en perfecto estado unas impresionantes pinturas murales. La Concatedral de Santa María del Romeral de Monzón, lugar donde se celebraron eventos tan importantes para la historia como son las Cortes de Aragón, a las que acudía el Rey y todos los nobles, clero y representantes de ciudades.

La arquitectura militar es un elemento muy destacado y muestra de ello son los restos de la Torre de Conchel, así como el Castillo desaparecido de Pomar de Cinca que perteneció a uno de los hijos bastardos de Jaime I, conocido como el Barón Ferrán Sánchez, o los restos del Castillo de la Ortilla en la Almunia de San Juan.

El Castillo de Monzón, construido por la Orden del Temple, corresponde a la sede principal de la Encomienda y supuso un foco importante para el despegue económico de la zona que durante su estancia entre los años 1143 y 1309 y que después heredarían la Orden de los Sanjuanistas. Esta fortaleza, que ha seguido manteniendo guarniciones hasta el s. XIX,  fue sufriendo la lógica evolución en sus murallas y defensas datadas en el s. XVIII, que modelaron el aspecto exterior definitivo conservado hasta ahora y que actualmente se encuentran parcialmente restauradas. El castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1949 y Bien de Interés Cultural el año 2013.

La arquitectura religiosa con la Concatedral de Santa María del Romeral en Monzón y las iglesias de San Juan (una de ellas situada en la ladera este del Castillo de Monzón). También a lo largo de nuestro recorrido por la comarca podemos visitar la de Santa María Magdalena en Cofita, la de La Transfiguración en Valcarca, el ábside de la Almunia de San Juan y la portada románico-tardía de la iglesia de Albalate de Cinca, que se cree que procede del antiguo monasterio de Fontclara. Cabe destacar el sepulcro conservado en la ermita de San Salvador de Selgua, que aunque la iglesia es más moderna, dicho sepulcro con arcosolio es uno de los monumentos funerarios mejor conservados de esta época en Aragón.

Desde allí, podemos desplazarnos hasta la localidad de la Almunia de San Juan y visitar los Aljibes de Campián, excavados en la roca para guardar agua destinada a boca y riego, heredados de tiempos pasados y finalmente retomar nuestro camino en dirección a Albalate de Cinca donde podemos visitar la Fuente del Pino, más conocida como la Fuente del Lugar y, también, la Fuente de los Leones. Si cruzamos el río Cinca, columna vertebral de nuestra Comarca, llegamos a Alcolea de Cinca con sus monumentales Ripas y el antiguo Molino de Cereales, hoy convertido en Centro de Interpretación. De allí, comenzamos nuestro ascenso por la otra vertiente del río pasando por Pomar de Cinca y su Puente de la Barca por donde antiguamente se podía cruzar el Cinca. Más al norte, pasando por una pequeña carretera que une Conchel con Selgua nos encontramos el Pozo-fuente Gil, al que hasta hace pocas décadas todavía venían los habitantes de Selgua a buscar el agua de boca.